martes, 24 de noviembre de 2015
CAÍN Y ABEL
Hace mucho tiempo, después de tener que marcharse del
jardín del Edén, Adán y Eva estaban muy tristes por haber desobedecido a
Dios. Le preguntaron a Dios como podían mostrarle lo arrepentidos que
estaban. Dios le dijo que podrían mostrarle como se sentían si
sacrificaban un cordero, y así lo hicieron.
Después de un tiempo, Adán y Eva tuvieron dos hijos.
Su primer hijo se llamó Caín y su segundo hijo se llamó Abel.
Caín
era un agricultor. Sembraba vegetales y granos. Abel era un
pastor que cuidaba los rebaños de la familia. Caín y Abel eran como la
mayoría de los hermanos; no siempre se llevaban bien. Pero eran
hermanos y se querían mucho, a pesar de sus peleas ocasionales.
Adán y Eva (su padre y madre) compartieron con Caín y Abel el mensaje que Dios les había dado de sacrificar un cordero en su nombre para mostrar lo mucho que apreciaban todo lo que Él había hecho y lo arrepentidos que estaban de sus pecados.
Adán y Eva (su padre y madre) compartieron con Caín y Abel el mensaje que Dios les había dado de sacrificar un cordero en su nombre para mostrar lo mucho que apreciaban todo lo que Él había hecho y lo arrepentidos que estaban de sus pecados.
A Abel le interesaba mucho que su sacrificio fuera
especial para Dios. Escogió su primer cordero, que era el mejor que
tenía y lo ofreció al Señor. Fue difícil para Abel separarse de su más
preciada posesión, pero era importante para él esforzarse por hacer lo que
Dios había pedido.
Caín pensó que su hermano menor era un poco tonto por
entregar su mejor cordero. "Caramba" pensó. "Nosotros necesitamos ese
cordero, pero Dios no lo necesita. Seguro que Él estará feliz si
sacrificamos el más pequeño del rebaño.
De hecho, ¿por qué tiene que
ser un cordero? Soy agricultor y este ha sido un año grandioso para mi
cosecha de trigo; no puedo usar todo lo que he cosechado. Mejor sería
quemar parte de la paja sobrante que tengo, así no desperdicio nada."
Los razonamientos de Caín suenan bien cuando los oyes por primera vez, ¿no es así?
Caín observó mientras las llamas consumían completamente al cordero en el altar, mientras que la paja sobrante solo humeó un poco pero nunca prendió fuego.
¡Esto sólo podría significar una cosa! Dios prefirió a Abel.
¡Caín estaba muy envidioso! No se tomó el tiempo de darse cuenta de que fue su decisión de sacrificar paja la que causó la diferencia en la respuesta de Dios a sus sacrificios, y tampoco asumió la responsabilidad. En lugar de eso, se enfureció con su hermano.
Los razonamientos de Caín suenan bien cuando los oyes por primera vez, ¿no es así?
Caín observó mientras las llamas consumían completamente al cordero en el altar, mientras que la paja sobrante solo humeó un poco pero nunca prendió fuego.
¡Esto sólo podría significar una cosa! Dios prefirió a Abel.
¡Caín estaba muy envidioso! No se tomó el tiempo de darse cuenta de que fue su decisión de sacrificar paja la que causó la diferencia en la respuesta de Dios a sus sacrificios, y tampoco asumió la responsabilidad. En lugar de eso, se enfureció con su hermano.
Caín le pidió a Abel que fuera a caminar con él, y aún
lleno de ira golpeó a Abel derribándolo para luego matarlo.
Cuando Caín se dio cuenta de lo que había hecho, le
preocupó más que alguien hubiera visto lo que había hecho, que el hecho de
haber causado la muerte de su hermano. Miró a su alrededor y suspiró
con alivio al notar que no había nadie cerca.
Y luego el Señor habló: "Caín, ¿dónde está tu
hermano?"
Caín se encogió de hombros: "¡ni idea!
¿Acaso soy el guardián de mi hermano?"
Dios respondió, "Caín, como puedes ser tan cruel con tu
único hermano. El no te ha hecho nada, sino que trata de hacer lo mas
que puede por Mí, por sus padres...y por ti."
Caín cayó al piso sollozando. Finalmente sintió
el horror de lo que había hecho. Y por el resto de su vida tuvo que
vivir con ese sentimiento y sabiendo que había asesinado a su hermano menor.
lunes, 23 de noviembre de 2015
HISTORIA DE DAVID
1. ¿Por qué ahora el Pueblo de Israel tiene un Rey?
Mucho después de entrar a la Tierra Prometida, los israelitas quisieron que los gobernara un rey.
Entonces Dios escogió el primer Rey, que fue el Rey Saúl.
2. ¿Qué pasó con el Rey Saúl?
Saúl fue un rey desobediente a Dios. Y por eso Dios tuvo que escoger otro Rey. Ese Rey fue David.
3. ¿Y cuándo escogió Dios a David como rey?
Lo escogió desde que David era niño. Dios envió al Profeta Samuel para que escogiera a David como rey.
David era pastor de ovejas. Cuando
llegó Samuel a la casa de la familia de David, David no estaba, porque
estaba en el campo con las ovejas.
Y Samuel fue viendo uno a uno a los hermanos de David y ninguno era el escogido por Dios para ser Rey.
En eso llegó David de su trabajo en el campo y Dios le dijo a Samuel: ése es mi escogido. Y Samuel hizo lo que se hacía con los Reyes: ungirlo con un aceite especial en la cabeza.
4. ¿Y qué pasó con el Rey Saúl?
El seguía siendo Rey, pero Dios iba preparando a David para cuando tuviera que ser Rey.
5. ¿Ustedes han oído hablar de la historia de David y el gigante Goliat?
…
Es una historia muy impresionante.
Los israelitas estaban en guerra con
unos ejércitos enemigos. Y, estando enfrentados los israelitas con el
ejército enemigo, David llegó a llevarle comida a sus hermanos mayores
que eran soldados del ejército de Israel.
6. ¿Y con qué se encuentra David?
Se encuentra con que del ejército de los malos salió una voz furiosa y muy fuerte que amenazaba a los israelitas.
Ese era Goliat, un gigante de verdad, que medía 3 metros, ¡más alto que este techo!
Goliat amenazaba diciendo: -escojan
el hombre más grande y más fuete que tengan a ver si puede ganarme. Si
él gana, nosotros seremos esclavos de ustedes. Y con voz amenazante y
fea decía: -Pero si yo gano, ustedes serán nuestros esclavos.
7. ¿Y qué hacían los israelitas?
Estaban todos aterrados, porque no había nadie tan grande ni tan fuerte como el gigante Goliat.
El más alto de todos era el Rey Saúl, pero era pequeño al lado de Goliat.
8. ¿Qué hizo el joven David?
David le propuso al Rey Saúl que él enfrentaría al gigante Goliat.
9. ¿Qué dice Saúl?
¿Tú? ¿Tan pequeño y tan joven? ¿Cómo te vas a enfrentar a ese asesino?
10. ¿Qué le contesta David?
Dios está de nuestro lado,
Rey Saúl. Mire yo soy pastor de ovejas. Y con la ayuda de Dios yo he
matado leones y osos con mis propias manos cuando me han atacado el
rebaño. Dios me va a ayudar ahora también. No se preocupe.
11. ¿Y el Rey le da permiso a David para enfrentarse a Goliat?
Sí. El Rey Saúl acepta y le dice: –Que Dios esté contigo, David, para enfrentar a Goliat.
12. ¿Cómo va a hacer David para enfrentar a ese terrible gigante?
David se fue corriendo a un pequeño
río que había por ahí cerca y sacó cinco piedras del fondo del
riachuelo. Las puso en su mochila y tomó su honda (su lanza piedras).
Y así se fue hacia donde estaba el tremendo Goliat.
13. ¿Qué hizo Goliat?
Goliat venía todo cubierto de una
armadura de metal para protegerse contra cualquier arma. Estaba tapado
de la cabeza a los pies y traía una lanza muy grande y un escudo para
protegerse.
Cuando ve a David que viene sin
ninguna protección y sin un arma, comienza a insultarlo y a amenazarlo:
-cómo es que te atreves a enfrentarme. Con qué me vas a atacar. Te
voy a matar y voy a poner tu cuerpo a podrirse y a que se lo coman la
aves rapaces.
14. ¿Y David qué hacía?
David le respondía:
-Tú vienes a luchar contra mí con
una gran espada, una lanza y con tu gran fuerza. Pero yo vengo a luchar
en el nombre de Dios. El es más poderoso que cualquier campeón. El me
dará la victoria para que sepan todos que El es Dios, y que es más
fuerte que todos.
Y entonces David comenzó a correr
hacia Goliat y tomó una de las piedras de la mochila y la puso en su
lanza piedras. Con gran puntería la lanzó con fuerzas hacia Goliat.
La piedra salió volando y le dio
justo en el centro de la frente a Goliat. El golpe tan preciso tumbó a
Goliat al suelo. ¿Se imaginan la sorpresa cuando todos ven el cuerpo
inmenso del gigante tirado en el suelo?
Pero David no se quedó quieto, sino
que fue directo a rematar a Goliat. Se acercó rápidamente, tomó la
espada de Goliat y lo mató.
El campeón de los enemigos estaba muerto. Y el ejército enemigo se escapó.
15. ¿Y qué creen ustedes que hizo el Rey Saúl?
En vez de sentirse contento con el triunfo de David, se puso envidioso de David.
La envida lo llevó a tratar de matar
a David, pero David siempre se le escapaba. David no le tenía miedo a
Saúl, más bien le tenía mucho respeto, porque todavía era el Rey
escogido por Dios.
Un día que Saúl buscaba a David y
éste se le escondía. David llegó a estar al lado de Saúl dormido, pero
no lo mató, sino que le cortó un trocito de su manto. Después le enseñó
de lejos el trocito de tela del manto para que supiera que hubiera
podido matarlo y no lo mató.
Pero Saúl no cambiaba. Otro día
David le robó la lanza a Saúl y se la enseñó de lejos. -Eje, eje: aquí
tengo tu lanza. Te la quité cuando estabas dentro de la cueva, pero no
te maté.
16. ¿Cuándo es que David comienza a ser Rey?
Saúl seguía envidiando a David. Y
Dios ya no quiso que Saúl siguiera siendo Rey. Saúl murió en una
batalla contra un ejército enemigo.
Entonces, Dios hizo que David fuera consagrado Rey de Israel.
Y David reinó por muchos años.
David fue un gran Rey. Cometió algunos pecados, pero se arrepintió. Y
Dios estaba con él. Y el pueblo de Israel estaba muy contento con el
Rey David.
ABRAHÁN
1. ¿Quién fue Abraham?
Abraham es un personaje muy importante en nuestras historias. Estas historias que estamos contando y que sacamos de la Biblia.
Abraham vivía con su esposa y sus familiares en una ciudad llamada Ur. Allí estaba cómodo y vivía muy bien.
Pero un día Dios le habló a Abraham y le dijo algo que lo sorprendió: Deja tu casa, deja tu ciudad y sal para una tierra que Yo te indicaré.
2. Y ¿qué creen ustedes que hizo Abraham?
Pues recogió todas sus cosas y se
despidió de todos. Tomó a Sara, su esposa, y a un sobrino que era
huérfano, llamado Lot. Abraham y Sara no tenían hijos.
Se llevó también a sus sirvientes y
sus ganados. Llevaban camellos para cargar el equipaje y para viajar
ellos. Llevaban también corderos y ovejas. Y llevaban tiendas de
campaña para acampar en los campos por donde viajarían.
Partieron para un viaje que iba a durar mucho tiempo.
3. ¿Por qué creen ustedes que Abraham obedeció esa orden tan rara que Dios le había dado?
Porque él confiaba totalmente en Dios. El creía que si Dios le pedía eso, sería porque eso era lo mejor para él y su familia.
Y confiado en Dios, partió a un
sitio que ni siquiera sabía dónde quedaba, ni como se llamaba. Estaba
confiando que Dios se lo iba a indicar, como le había prometido.
4. ¿Cómo fue el viaje?
Caminaban por tierras desconocidas,
tomaban agua de los pozos que conseguían y acampaban en los sitios donde
había agua y donde había pasto para los ganados.
Un día llegaron a la tierra de
Canaán. Canaán era una tierra linda y fértil. Y allí se detuvieron
porque Dios volvió a hablarle a Abraham.
La hermosa tierra de Canaán
5. ¿Qué le dijo Dios a Abraham al llegar a Canaán?
Mira esta tierra. Te la voy a dar a ti y a todos tus descendientes. Y Abraham pensaba: pero si yo no tengo hijos…
Y Dios seguía hablándole: Serás padre de muchísima gente, de un gran pueblo. Yo seré el Dios de ustedes, y ustedes serán mi Pueblo.
Abraham pensaría: bueno, esto es raro, pero para Dios no hay nada imposible. Y así seguía confiando en Dios.
6. ¿Qué era lo que más quería Abraham?
Ahora que Dios le había prometido que sería padre de mucha gente, Abraham y Sara querían tener un hijo.
Pero pasaba el tiempo y nada que venía el hijo. Abraham y Sara eran ya muy viejos.
Un día Abraham le dijo a Dios: ya soy viejo y Sara también. Cuando muera mis sirvientes serán los que heredarán mis cosas.
7. ¿Qué le contestó Dios a Abraham?
Ven afuera a ver las estrellas. ¿Puedes contar las estrellas?
Abraham se quedó callado sin poder contar las estrellas. Y Dios continuó:
Te prometo que vas a tener una descendencia más numerosa que las estrellas del cielo.
Bueno, aunque aquello parecía imposible, Abraham seguía confiando, porque sabía que Dios estaba con él.
8. ¿Y qué pensaría Dios de Abraham?
Dios estaba contento, muy contento con Abraham, porque confiaba en El.
9. ¿Qué sucedió un tiempo después?
Estaba Abraham en la entrada de su
tienda y Sara estaba dentro de la tienda. Y se presentaron a la tienda
de Abraham tres hombres.
Abraham se sorprendió de esa visita, porque en esa tierra tan despoblada, era muy raro que vinieran visitantes. Entonces Abraham los atendió muy
bien. Le pidió a Sara que preparara una buena comida. Sara horneó pan y
mataron un ternero para comer.
Entonces Abraham los atendió muy
bien. Le pidió a Sara que preparara una buena comida. Sara horneó pan y
mataron un ternero para comer.
10. ¿Qué le dijeron esos visitantes a Abraham?
¿Dónde está Sara?, dijo uno de ellos. Abraham contestó que estaba adentro en la tienda.
Entonces uno de ellos le dijo esto: Antes de un año, Sara tendrá un hijo.
Sara, que estaba dentro de la tienda, pero podía oír lo que decían, se río, pensando que eso era imposible.
¡Es que Sara ya tenía 90 años y
Abraham tenía 100 años!!! En esa época la gente vivía muchísimo más que
ahora. Pero la verdad es que ya estaban bien viejos para tener bebés.
Uno de los visitantes dijo: ¿Y por qué Sara se ríe? Sara se apenó y pretendió decir que ella no se había reído.
El visitante continuó: Nada es imposible para Dios.
11. ¿Qué pensó Abraham?
Enseguida que dijeron que para Dios
no hay nada imposible, Abraham se dio cuenta que esos visitantes eran
enviados de Dios. Y que lo que habían prometido se iba a cumplir.
12. ¿Qué sucedió con Sara?
Que tuvo su bebé nueve meses después de esa visita misteriosa. Se cumplió lo que los visitantes habían prometido.
13. ¿Saben cómo se llamó el bebé?
Isaac.
14. ¿Y saben que significa Isaac?
Risa. Alegría, porque Sara se rió y
porque Isaac era un bebé lindo y muy querido, que vino a alegrar la
casa de Abraham y Sara.
15. ¿Y qué pasó cuando Isaac ya estaba grandecito?
Sucedió algo impresionante. Dios volvió a hablarle a Abraham: Quiero que tomes a tu hijo Isaac, a tu hijo muy querido y que me lo ofrezcas en sacrificio.
¿Qué!!! pensó Abraham. El hijo que me prometiste y ahora me lo pides! ¡Qué cosa más inesperada! Y ¡qué cosa más dolorosa!
16. ¿Y qué creen ustedes que hizo Abraham?
Este hombre bueno siguió confiando en Dios y haciendo todo lo que le pedía hacer.
Aunque esto no calzaba con la
promesa de Dios de tener una gran descendencia y, aunque esto le doliera
tantísimo, Abraham siguió obedeciendo a Dios.
Abraham sabía que eso era lo que debía hacer y que Dios arreglaría las cosas.
17. ¿Cómo fue el viaje hacia el monte donde Abraham iba a sacrificar a Isaac?
Abraham iba tristísimo. Isaac
estaba extrañado, porque su papá le dijo que iban a ofrecer un
sacrificio, pero no llevaban ni oveja ni cordero para el sacrificio.
Llevaban la leña y el cuchillo, pero faltaba el animal.
Isaac le preguntó a Abraham: ¿y dónde está el animal para el sacrificio? Abraham le dijo a su hijo: Dios lo proveerá.
Abraham puso a Isaac sobre la leña y levantó el cuchillo para sacrificarlo….!!!
Pero un Ángel le sostuvo la mano a Abraham para que no matara a su hijo Isaac. Y le dijo: No lo sacrifiques. Ahora sé que amas más a Dios que a tu hiJO
Imagínense la impresión de Abraham y
de Isaac. Y ¡qué alivio tuvieron! Dios los había probado y Abraham
mostró que Dios es lo más importante, más importante que su propio hijo.
Dios estaba muy contento con Abraham.
19. ¿Y qué pasó enseguida?
Abraham volteó y vio un carnero enredado entre la maleza. Era el animal para el sacrificio.
Recuerden que Abraham le había dicho a Isaac: Dios proveerá el animal para el sacrificio. Y así fue.
Abraham mató al carnero y lo ofreció en sacrificio a Dios
viernes, 20 de noviembre de 2015
PARTES DE LA MISA
RITOS INICIALES
Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para escuchar la Palabra y celebrar la Eucaristía.
LITURGIA DE LA PALABRA
Escuchamos a Dios que se nos da como alimento en su Palabra y respondemos cantando, meditando y rezando.
-Homilía: El celebrante nos explica la Palabra de Dios.
RITOS DE DESPEDIDA
Son ritos que concluyen la celebración.
jueves, 19 de noviembre de 2015
HSTORIA DE MOISÉS
Moisés encontrado en el Nilo
Un día nació un niño israelita y a su madre le daba mucha pena tirarle al río. Entonces, decidió hacer una cesta de paja, meterlo en ella y dejarlo flotando en el agua. La cesta con el niño fue bajando por el río y, al pasar cerca del palacio del Faraón, donde estaba bañándose su hija, le gustó tanto que lo tomó en sus brazos y se lo quedó como si fuera hijo suyo. Le puso por nombre Moisés, que quiere decir «salvado de las aguas».
Moisés fue educado en el palacio, como un miembro más de la familia del Faraón. Un día, cuando era ya mayor, se enteró de que él era israelita. Al ver lo mal que vivía su pueblo, como esclavos, se puso triste y escapó del palacio. Se dirigió al desierto, haciéndose pastor de ovejas.
Cierto día estaba Moisés cuidando el rebaño, cuando vio una zarza ardiendo. Al acercarse, oyó una voz que le decía: «Moisés, Moisés, soy el Dios de tu padre Abraham, de Isaac y de Jacob. He visto lo que sufren los israelitas en Egipto y voy a sacarlos de allí. Vete y dile al Faraón que yo te mando, para que os deje marchar a todos». Pero el Faraón se negó, y Dios le castigó a él y al pueblo egipcio con muchas plagas.
* * *
Salida de Egipto
Con el último castigo que mandó Dios a los egipcios, murieron los hijos mayores de cada familia, incluido el hijo del Faraón. Éste, por fin, dejó salir de Egipto a los israelitas, que guiados por Moisés, se dirigieron a la Tierra Prometida o tierra de Canaán. A esta salida de Egipto se llama Éxodo.
El paso del Mar Rojo
Los israelitas se encontraron en su camino con el mar Rojo. Se asustaron mucho porque el ejército egipcio los perseguía muy de cerca. Moisés rezó a Dios, levantó la mano sobre el mar y Dios dividió las aguas del mar Rojo dejando en medio un camino seco. Los israelitas pasaron por allí y, cuando acabaron de pasar, Dios cerró el mar de nuevo y los egipcios fueron derrotados.
Moisés en el Monte Sinaí
Dios guió al pueblo de Israel por el desierto y lo llevó hasta el monte Sinaí. Un día la montaña se llenó de fuego y hubo relámpagos y truenos y grandes sonidos de trompetas.
Lectura de la historia del Monte Sinaí
Dios llamó a Moisés a la montaña y le dijo: «Yo soy tu Dios, el que os ha sacado de la tierra de Egipto. Vosotros seréis mi pueblo. Cumpliréis mis mandamientos y no tendréis otros dioses».
LAS TABLAS DE LA LEY
Dios le dio a Moisés las tablas de la Ley como señal de su Alianza con el pueblo. Eran de piedra. En ellas estaban escritos los Diez Mandamientos de la Ley de Dios:
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
No usarás el nombre de Dios en vano.
Santificarás las fiestas.
Honrarás a tu padre y a tu madre.
No matarás.
No cometerás actos impuros.
No robarás.
No mentirás.
No pensarás nada impuro.
No codiciarás las cosas de otro.
El Arca de la Alianza
Moisés construyó un arca por mandato de Dios. Era como un cofre o caja con unas figuras de Ángeles encima. En ella guardó las tablas de la Ley. Los soldados de los israelitas la vigilaban cuando marchaban por el desierto. Cuando paraban, la ponían en una tienda de campaña adornada con tapices, que era su templo. Allí rezaban.
Moisés ante la Tierra Prometida
Por fin llegaron a la Tierra Prometida. Moisés la vio desde lo alto de un monte. Habían tardado cuarenta años en llegar, porque los israelitas no siempre fueron buenos mientras vigilaban por el desierto. Y Dios quiso darles tiempo para que se hiciesen mejores. Moisés era ya muy viejo y se murió sin entrar en la Tierra Prometida.
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